¿En verdad existe la combustión humana espontánea?
Vivimos en un mundo peligroso rodeado de cosas que se prenden, arden y explotan. ¿Pero qué pasa con nosotros? ¿Podemos los humanos arder derrepente?.
Esta idea se ah mantenido durante siglos y extraños incendios parecen indicar certeza. La noción de que la combustión humana espontanea exista es muy dudosa; pero algunos casos han provocado un gran conflicto entre médicos, investigadores y científicos en cuanto a su origen y la posibilidad de que la causa este en el mismo cuerpo.
- ¿Qué es la combustión humana espontánea?
Este fenómeno implica que un cuerpo humano, por lo usual vivo, comienza a arder de un modo súbito, sin una fuente de ignición externa conocida; al parecer, el fuego es producido por calor generado internamente, a través de algún mecanismo oscuro e indeterminado (existen varias teorías al respecto, todas igualmente insatisfactorias).
- Posibles causas que la provoca
Entre las posibles causas de la combustión humana espontánea, están:
* Una pequeña fuente externa quema la piel, sacando una capa y ardiendo al usar la grasa subcutánea como combustible.
* La cetosis, que se produce cuando el cuerpo no tiene carbohidratos para quemar, libera acetona, que es altamente inflamable, por más pequeña que sea la fuente.
* La rápida subida de temperatura de líquidos del cuerpo, unida a los gases intestinales, provocan que el cuerpo encienda ante fuentes muy básicas como cera o cenizas de cigarrillo.

- Casos
1664, el primer caso.
El primer caso registrado de un caso de combustión espontánea humana proviene de un hombre en Dinamarca llamado Thomas Bartholin que, en 1663, describió la forma en que una mujer en parís, "fue reducida en cenizas y humo" sin que el colchón de paja en que dormía, sufriera afectaciones por el fuego.
1765, Condesa Cornelia Bandioli
Tenía 62 años de edad y una costumbre muy peculiar, bañarse con aguardiente alcanforado. La Condesa Cornelia Bandioli fue encontrada incinerada fuera de su cama.
Además, se demostró que no había sido el fuego lo que provocó el accidente; la luz que tenía en su habitación se consumió hasta el final, además de que todas las velas se encontraban en el candelero. La habitación de esta mujer, en la que la combustión se había suscitado de forma espontánea, quedó llena de un hollín húmedo color gris, que penetró en los armarios y la ropa.

Mary Resser, el caso más famoso.
El caso más famoso de combustión espontánea humana es el de Mary Resser, una viuda de 67 años. Su hijo, Richard, dijo que la ultima vez que vio a su madre, se encontraba sentada en su silla favorita, fumando un cigarrillo. A la mañana siguiente, todo lo que quedaba de ella eran cenizas, fragmentos de huesos, dientes y un pie dentro de una zapatilla.
Los estragos en los objetos circundantes fueron mínimos. La silla tapizada se quemó has los muelles, había una marca de fuego en el techo, un pequeño círculo en el tapete y un montón de papeles al lado totalmente intactos.
El bebé antorcha humana
El primer caso registrado de un caso de combustión espontánea humana proviene de un hombre en Dinamarca llamado Thomas Bartholin que, en 1663, describió la forma en que una mujer en parís, "fue reducida en cenizas y humo" sin que el colchón de paja en que dormía, sufriera afectaciones por el fuego.
1765, Condesa Cornelia Bandioli
Tenía 62 años de edad y una costumbre muy peculiar, bañarse con aguardiente alcanforado. La Condesa Cornelia Bandioli fue encontrada incinerada fuera de su cama.
Además, se demostró que no había sido el fuego lo que provocó el accidente; la luz que tenía en su habitación se consumió hasta el final, además de que todas las velas se encontraban en el candelero. La habitación de esta mujer, en la que la combustión se había suscitado de forma espontánea, quedó llena de un hollín húmedo color gris, que penetró en los armarios y la ropa.

Mary Resser, el caso más famoso.
El caso más famoso de combustión espontánea humana es el de Mary Resser, una viuda de 67 años. Su hijo, Richard, dijo que la ultima vez que vio a su madre, se encontraba sentada en su silla favorita, fumando un cigarrillo. A la mañana siguiente, todo lo que quedaba de ella eran cenizas, fragmentos de huesos, dientes y un pie dentro de una zapatilla.
Los estragos en los objetos circundantes fueron mínimos. La silla tapizada se quemó has los muelles, había una marca de fuego en el techo, un pequeño círculo en el tapete y un montón de papeles al lado totalmente intactos.
El bebé antorcha humana
En 2013 se hizo pública la noticia de que, en india, una pareja llevó a su bebé al médico argumentando que simplemente ardía en llamas de la nada. declararon que el fenómeno había sucedido en cuatro ocasiones.
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